Editorial IUS CIVILE
Autor: Pedro Ignacio Albornoz Sateler
Formato: 18,5 x 25,3 cm
Edición 2021
484 páginas
Descripción
Tengo el inmenso honor de prolongar la obra Partición
arbitral de bienes. Legislación, doctrina y practica, que ha decidido
publicar la Editorial IUS CIVILE, trabajo desarrollado por el profesor
Pedro Albornoz Sateler.
Probablemente,
en los últimos 15 años, el Derecho chileno ha experimentado un
desarrollo sin parangón en el ámbito latinoamericano, desarrollo que ha
venido de la mano de la profesionalización de la actividad académica, de
la sujeción de las universidades a estándares de calidad, entre ellas,
de investigación. Ello se ha traducido, también, en una proliferación de
papers, beneficiosos para el desarrollo de una dogmática más avanzada y
moderna. Materias como el Derecho de familia, la responsabilidad civil y
el Derecho de obligaciones y contratos, son prueba de lo señalado.
Pero
como en toda innovación, siempre hay paradojas. Pueden anotarse dos. La
primera es que mientras el desarrollo académico marcha hacia la
profesionalización y las universidades contratan académicos ligados a la
universidad y desapegados del ejercicio profesional, las reformas
educativas, tanto en el mundo, como en Chile, proponen que la formación
sea en competencias, es decir, un conjunto de conocimientos, habilidades
y valores necesarios para el ejercicio profesional. La segunda, es que
el desarrollo dogmático chileno ha tenido damnificados. Tanto en la
investigación, como en la reforma de los curriculúm universitarios, el
Derecho sucesorio chileno ha sido dejado seriamente de lado.
¿Qué
relación tiene todo ello con la obra que se prologa? Ya se podrá
advertir que lo señalado tiene mucha importancia, comparado con la obra
prologada, al menos por dos razones. La primera es que la partición de
bienes es una de aquellas materias, hoy por hoy, menos estudiadas y más
superficialmente enseñadas en las Facultades de Derecho en Chile.
La
segunda es que tiene un impacto práctico de mucha relevancia, como hemos
advertido. Es muy probable que un abogado dedicado a materias de
Derecho privado deba encontrarse, al menos una vez en su ejercicio
profesional, con alguna cuestión relativa a la partición, sea
asesorando, interviniendo en un juicio particional en favor de un
interesado o derechamente actuando como juez partidor. Y es muy notorio
para quien ha podido aproximarse a la partición, desde el ejercicio
profesional, los enormes déficits de conocimiento que existe en los
colegas en estas materias.
Por todo
lo anterior, el valioso libro del colega y profesor Pedro Albornoz es un
importante aporte, porque obras generales sobre la materia son escasas y
porque el texto presenta indudables méritos, como analizaremos.
Lo
primero que puede destacarse de la obra es que el contenido con el que
se es rigurosamente coherente con el título. Efectivamente el trabajo
contiene la doctrina, la jurisprudencia y el enfoque práctico necesario
para que el libro sea, a la par de que un buen texto de dogmática de
análisis exegético, una herramienta práctica para enfrentar un proceso
particional, sobre todo porque se centra especialmente en la partición
que realiza un juez partidor y, por consiguiente, una parte importante
de la obra de
centra en el juicio particional. De los once capítulos en los que se compone la obra, diez están dedicados
a
la partición hecha por juez partidor. En cuanto al primero, trata el
autor la partición en general. En este capítulo, destacamos el
tratamiento que el autor hace y la jurisprudencia que cita a propósito
del efecto declarativo de la partición, materia de enorme importancia
en nuestra legislación, especialmente por sus diferencias con la
transferencia del dominio. Entre las materias abordadas en los capítulos
segundo a onceavo, consideramos que tienen mucha relevancia, aunque no
pueda ser exhaustiva esta enunciación, las materias de competencia del
juez partidor y de la justicia ordinaria y los efectos en el proceso
particional, pues probablemente es una de los temas en el que mayores
errores se comenten en los
juicios particionales. También destaca el
capítulo cuarto, en que el autor recorre, con notable claridad, el
proceso particional y sus distintas etapas.
El
orden novedoso de las materias es otro aspecto que debe destacarse del
libro que prologamos. Por ejemplo, las cuestiones relativas al
procedimiento particional han sido inteligentemente ordenadas, pues
mientras encontrará el lector el procedimiento en el capítulo cuarto,
ello se separa de las materias incidentales relativas a la regulación de
la administración en juicio particional, y el cese de los bienes
comunes (capítulos quinto y sexto, respectivamente). También separa la
tramitación del proceso de
las cuestiones sustantivas relativas a la
liquidación y distribución de bienes (capítulo noveno), y, el laudo y
ordenata hasta su ejecución (capítulo décimo).
En suma, puede decirse
que estamos en presencia de un gran trabajo, que será seguramente un
importante aporte para la dogmática chilena, e imprescindible en el
ejercicio profesional. Aunque el enfoque es de dogmática tradicional, el
autor no se ha limitado a una reproducción de manuales de Derecho: hay
un enfoque novedoso y una sistemática que no se encuentra en otros
trabajos sobre la materia. Los temas son abordados con rigurosidad
académica y con un enfoque práctico indispensable.
Por todas las razones aquí apuntadas, no cabe sino felicitar al autor, y a la editorial, por la decisión de publicar la obra.